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Roberto Ochoa

Cobra CriadaSHIRLEY

 

La menor actividad humana en las calles ha hecho que ratas sean más visibles, pero no tienen qué comer. Esto conducirá a que se coman entre ellas o se vayan a las casas en busca de comida; incluso que los padres se alimenten de sus crías. Son mamíferos como tú y yo, y cuando tienes mucha, mucha hambre, no vas a actuar de la misma manera, generalmente actuarás muy mal.

 

Joaquim Pedro de Andrade Macunaíma 1969

 

Macunaíma argüendeó por el páramo y sintió que iba a llorar. Pero como no había nadie por allá, no lloró. Se dió ánimo y puso pie en el camino, temblequeando con sus piernitas arqueadas. Vagabundeó a troche y moche una semana, hasta que se topó con El Currupira parrillando carne en compañía de su perro Papamiel. El Currupira vive en el mero mero retoño de la palmera manaca y le pide tabaco a la gente. Macunaíma dijo:

—Tata, ¿no me da un poco de caza pa que coma?

—Sí —fue lo que Currupira contestó.

Cortó la barbacoa de su pierna, la medioasó y la tendió hacia el muchacho

preguntando:

—¿Y usté mi-chumí, pa dónde bueno camina en la caapuéra? —Pa Paseo.

—¡No me diga!

—Pos sí, nomás pa paseo...

Entonces le contó el castigo que su madre le puso por culpa de haber sido malevo con las manos. Y al contar lo del traslado de la casa de nuevo hacia la ciénaga donde no había caza, dio una carcajadota. El Currupira miró hacia él y rezongo:

—No, mi-chumí, usté ya no es ningún gurí, mi-chumí. No. No... Sólo gente grande hace eso...

Macunaíma agradeció y le pidió al Currupira que le enseñara el camino del mocambo de los Tapañumas. El Poira lo que estaba queriendo era comerse al héroe y le enseñó errado:

—Se va por aquí, muchachombre, va por ahí, pasa enfrente de aquel árbol, quiebra a mano izquierda, vira y vuelve por abajo de mis testículos.

Macunaíma fue a hacer la vuelta pero llegando frente al palo, se rascó la piernita y murmuró:

—¡Ay, qué flojera!...

Y patitas pa qué las quiero.

El Currupira esperó bastante pero el mi-chumí no llegaba... Entonces el

monstruo se montó en el venado, que es el caballo suyo, hincó el pie de lleno en el ijar del raudo y veloz y por ahí se fue gritando:

—¡Carne de mi pierna! ¡Carne de mi pierna!

Y allá de dentro de la barriga del héroe la carne respondió:

—¿Qué fue?

Macunaíma apretó el paso y se adentró corriendo por la caatinga, pero el

Currupira corría más que él y en ésas el niño venía que venía acosado por el otro.

—¡Carne de mi pierna! ¡Carne de mi pierna!

—¿Qué fue?

El piá estaba desesperado. Era un día de lluvia con sol casamiento de español

y la vieja Vei, la Sol, chisporroteaba en las gotitas de chipichipi, desgranando luz como si fuera maíz. Macunaíma llegó cerca de un charco, bebió agua de lama y vomitó la carne.

—¡Carne de mi pierna! ¡Carne de mi pierna! —era lo que el Poira venía gritando.

—¿Qué fue? —secundó la carne ya en el aguazal.

 

Macunaíma alcanzó los bledos y escapó.

 

Eat me tapera camelot vento eatme tapera camelot vento
Eatme tapera camelot vento vento tapera camelot Eat me
ta pera camelot vento camelot tapera vento Eatme Eatme
tapera camelot vento boca boca bocabo boca booooo
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooca
tapera tapera tapera tapera tapera tapera tapera tape
tapera tapera tapera tapera tapera veenttnntocameletem
cameleratem tat me meeeeeeeeeeeeeeeee tatatamlo
rento era lora cmoventeat venteate meratampo venteate
mera tampo veenteate mera tampo tempocame lora mento

 

Lygia Pape​ Eat me 1975

 

Ao contrário do famoso dizer do gastrónomo Brillet-Savarin,

“Diz-me o que comes e dir-te-ei quem és”, na verdade somos também aquilo que a nossa comida comeu.

Pedro Neves Marques Contaminação por capital

Dibujo_Camille Mancy_2017.png

 

Joaquim Pedro de Andrade Macunaíma 1969

Laerte_2020.png

 

Laerte 2020

Roberto Ochoa

canciones e historias del espíritu murciélago y del hemex

 

canción del hambre

 

haea heidia ooa heidia iii aa

doliendo de hambre
doliendo de hambre de carne

consumiéndome vengo tambaleando

consumiéndome vengo tambaleando

consumiéndome vengo tambaleando

 

haea heidia ooa heidia iii aa

doliendo de hambre
doliendo de hambre de carne

consumiéndome vengo tambaleando

consumiéndome vengo tambaleando

consumiéndome vengo tambaleando

 

heai hoooooa

˜uhm ˜uhm ˜uhm

˜eum ˜eum ˜eum

Yãmĩyxop Xũnĩm yõg Kutex xi ãgtux xi hemex yõg  Kutex

Eat me A Gula ou a Luxuria_Lygia Pape_19

 

Lygia Pape  Eat me, la gula o la lujuria 1975

 

AÍÍÍ QUE PEREZA !!!

Macunaíma-Joaquim_Pedro_de_Andrade_pos

 

TE GUSTA, CORAZÓN?

 

Cantos e histórias do morcego-espírito e do hemex

 

canto da fome

 

haea heidia ooa heidia iii aa

doendo de fome
doendo de fome de carne

me consumindo venho cambaleando
me consumindo venho cambaleando
me consumindo venho cambaleando

haea heidia ooa heidia iii aa

doendo de fome
doendo de fome de carne

me consumindo venho cambaleando
me consumindo venho cambaleando
me consumindo venho cambaleando

heai hoooooa

˜uhm ˜uhm ˜uhm

˜eum ˜eum ˜eum

Yãmĩyxop Xũnĩm yõg Kutex xi ãgtux xi hemex yõg  Kutex

Rosângela Pereira Tugny (org.)

 

Anisio Medeiros Macunaíma [poster] 1969

 

Joaquim Pedro de Andrade Macunaíma 1969

 

El chamanismo y el uso de plantas psicotrópicas, como el tabaco y la liana, sirven para descubrir la acción de estos agentes invisibles y contrarrestar, mediante el canto, el soplido, los perfumes y las plantas medicinales, el movimiento de captura del espíritu de la víctima por los dobles de los animales muertos. El universo de la selva está así habitado por una multiplicidad de especies que son sujetos y negocian su derecho al espacio y a la vida misma. En este universo la cosmopolítica de los humanos consiste en matar sólo lo necesario y en negociar con los dueños de las especies o con los propios dobles de los animales. Existe la (con)ciencia aguda de que para vivir es necesario matar, y que cada acción, cada predación, desencadena una contra-predación.

Els Lagrou Nisun: A vingança do povo morcego e o que ele pode nos ensinar sobre o novo coronavírus

Revista Senhor 02_mar61_p65. jpg.jpg

 

Llego, corto el pedazo de carne para mí. Ahora y ya sé: el jaguar caza para mí, cuando puede. El jaguar es mi pariente. Mis parientes, mis parientes, ai, ai, ai… No me río de usté. Estoy muñumuñando solito, para mi, añún. La carne de caballo no pudre hasta mañana. Carne de caballo, muy Buena, de primera. Yo no como carne podrida, ¡Achi! El jaguar tampoco se la come. Cuando es suasurana la que mata, me gusta menos: lo tapa todo con arena, también ensucia de tierra…

João Guimarães Rosa Mi tío Jaguareté 1961 pdf [es]

 

 

Mecê quer de comer? Tem carne, tem mandioca. Eh, oh, paçoca. Muita pimenta. Sal, tenho não. Tem mais não. Que cheira bom bonito, é carne. Tamanduá que eu cacei. Mecê não come? Tamanduá é bom. Tem farinha, rapadura. Cê pode comer tudo,’manhã eu caço mais, mato veado.’ Manhã mato veado não: carece não. Onça já pegou cavalo de mecê, pulou nele, sangrou na veia-­altéia... Bicho grande já morreu mesmo, e ela inda não larga, tá em riba dele... Quebrou cabeça do cavalo, rasgou pescoço... Quebrou? Quebroou!... Chupou o sangue todo, comeu um pedação de carne. Depois, carregou cavalo morto, puxou pra beira do mato, puxou na boca. Tapou com folhas. Agora ela tá dormindo, no mato fechado... Pintada começa comendo a bunda, a anca. Suaçurana começa p’la pá, p’los peitos. Anta, elas duas principeiam p’la barriga: couro é grosso... Mecê ’creditou? Mas suaçurana mata anta não, não é capaz. Pinima mata; pinima é meu parente!...

 

João Guimarães Rosa Meu tio o Iauaretê 1961 pdf [pt]

O_homem_que_eu_comi_aos_bocadinhos_Joã

Revista de Antropofagia1928–29 pdf

 

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Juan Javier Salazar [pe] Perucito 1996-2016

Perú Express 2006

 

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CARNE

Noche oscura, queremos amar todo lo que existe.
Los celos no desbaratan nuestros corazones,
odiamos las faldas largas y las telas gruesas,
vivimos buscando el goce. 

Venimos en busca de la eternidad y no la hemos encontrado.
Renegamos del límite formal, 
hambrientos, amantes, miedosos.
Todo en potencia.

Hablamos ocho idiomas, entre ellos Medellín y Chibcha,
¡pero qué vamos a escribir si apenas sabemos que estamos perdidos!
Semiletrados, ansiosos de la perpetuidad.

Podemos reproducirnos en nosotros.
Necesitamos cuerpos, sobretodo cuerpos, pasiones.
El mejor campo de batalla y el único que conocemos.
Una idea nuestra, un organismo ideológico impreso en carne.

Roberto Ochoa

 

Albert Eckhout Mulher Tapuia 1641

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